MONICIONES
PARA EL DOMINGO XIII ORDINARIO
MONICION
DE ENTRADA:
El fin
del curso escolar señalará probablemente algunos cambios en el ritmo de vida de
nuestras familias, de las asociaciones, incluso de las comunidades y movimientos
cristianos.
Pero
Jesús, el Señor, seguirá haciéndose presente en nuestras vidas, hagamos lo que
hagamos, estemos donde estemos. Y
seguirá convocándonos cada domingo a la Eucaristía.
Dispongámonos
a darle gracias de corazón porque siempre nos acompaña. Démosle gracias, hoy especialmente, por todo
lo que hemos recibido de Él durante este año.
MONICION
A LA PRIMERA LECTURA:
Dios no ha creado la
muerte, Dios ha creado todas las cosas para que vivan, para que las creaturas
del mundo sean saludables. La muerte,
sin embargo, existe, pero hay que contemplar las cosas en el conjunto de la
creación y ver que todas las cosas tienen una finalidad y un objetivo.
MONICION
A LA SEGUNDA LECTURA:
Ningún miembro o
ninguna comunidad posee todos los dones, pero cada comunidad y cada cristiano
tiene dones para ayudar a la otra. La
abundancia de uno debe redundar en ventaja de la pobreza del otro.
ANTES
DEL ALELUYA:
Jesús tiene poder sobre la muerte y sobre todo lo que
conduce a ella. Con la curación y la
resurrección, Jesús manifiesta que es el Mesías. La resurrección de los muertos es uno de los
signos de la llegada de los tiempos mesiánicos.
Oración universal: Con plena confianza
en el Señor, hagamos nuestra oración por toda la humanidad.
Responderán
diciendo: Te lo pedimos, Señor.
-Para
que en la Iglesia universal crezca la comunión que nace de la fe en el mismo
Señor. Oremos.
-Para
que el Papa Francisco y todos los obispos sean fieles al servicio del pueblo
que Jesucristo les ha encomendado.
Oremos.
-Para
que los enfermos no pierdan la esperanza.
Para que el Señor les retorne la salud.
Para que todos aquellos que los atienden lo hagan con el mismo amor con
que Jesús se acercaba a ellos. Oremos.
-Para
que los más pobres y todas las personas que sufren por cualquier injusticia puedan
ver, cada vez más, que crece la solidaridad en nuestro mundo. Oremos.
-Para
que todos los que nos hemos reunido para la comunión con el Señor, que se hizo
pobre por nosotros, vivamos cada vez más la solidaridad con los más pobres y
sepamos compartir nuestros bienes.
Oremos.
Escucha, Señor, las oraciones de tu
pueblo y derrama generosamente el don de la vida sobre los que tienen más
necesidad de él. Tú, que vives por los
siglos de los siglos.
EXHORTACIÓN DE DESPEDIDA:
Hemos aprendido hoy una cosa muy importante en
la Eucaristía. El Señor Jesús puede curarnos. Y es una cosa real si tenemos fe.
Si creemos en Él.
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