martes, 26 de junio de 2018


MONICIONES PARA EL DOMINGO XIII ORDINARIO

MONICION DE ENTRADA:

El fin del curso escolar señalará probablemente algunos cambios en el ritmo de vida de nuestras familias, de las asociaciones, incluso de las comunidades y movimientos cristianos.

Pero Jesús, el Señor, seguirá haciéndose presente en nuestras vidas, hagamos lo que hagamos, estemos donde estemos.  Y seguirá convocándonos cada domingo a la Eucaristía.

Dispongámonos a darle gracias de corazón porque siempre nos acompaña.  Démosle gracias, hoy especialmente, por todo lo que hemos recibido de Él durante este año.

MONICION A LA PRIMERA LECTURA:

 Dios no ha creado la muerte, Dios ha creado todas las cosas para que vivan, para que las creaturas del mundo sean saludables.  La muerte, sin embargo, existe, pero hay que contemplar las cosas en el conjunto de la creación y ver que todas las cosas tienen una finalidad y un objetivo.

MONICION A LA SEGUNDA LECTURA:

 Ningún miembro o ninguna comunidad posee todos los dones, pero cada comunidad y cada cristiano tiene dones para ayudar a la otra.  La abundancia de uno debe redundar en ventaja de la pobreza del otro.

ANTES DEL ALELUYA:

Jesús tiene poder sobre la muerte y sobre todo lo que conduce a ella.  Con la curación y la resurrección, Jesús manifiesta que es el Mesías.  La resurrección de los muertos es uno de los signos de la llegada de los tiempos mesiánicos.

Oración universal: Con plena confianza en el Señor, hagamos nuestra oración por toda la humanidad.

Responderán diciendo: Te lo pedimos, Señor.

-Para que en la Iglesia universal crezca la comunión que nace de la fe en el mismo Señor.  Oremos.

-Para que el Papa Francisco y todos los obispos sean fieles al servicio del pueblo que Jesucristo les ha encomendado.  Oremos.

-Para que los enfermos no pierdan la esperanza.  Para que el Señor les retorne la salud.  Para que todos aquellos que los atienden lo hagan con el mismo amor con que Jesús se acercaba a ellos.  Oremos.

-Para que los más pobres y todas las personas que sufren por cualquier injusticia puedan ver, cada vez más, que crece la solidaridad en nuestro mundo.  Oremos.

-Para que todos los que nos hemos reunido para la comunión con el Señor, que se hizo pobre por nosotros, vivamos cada vez más la solidaridad con los más pobres y sepamos compartir nuestros bienes.  Oremos.

Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y derrama generosamente el don de la vida sobre los que tienen más necesidad de él.  Tú, que vives por los siglos de los siglos.

EXHORTACIÓN DE DESPEDIDA:

Hemos aprendido hoy una cosa muy importante en la Eucaristía. El Señor Jesús puede curarnos. Y es una cosa real si tenemos fe. Si creemos en Él.

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