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sábado, 16 de diciembre de 2017


MONICIONES PARA EL III DOMINGO DE ADVIENTO (CICLO B)

MONICIÓN DE ENTRADA 

Sean bienvenidos hermanos a la celebración de este III Domingo de Adviento, llamado también “domingo de gaudete”, o de la alegría, por la primera palabra del introito de la Misa: Gaudete, es decir, regocíjense. Isaías y San Pablo son testigos hoy de ese gozo en las lecturas que escucharemos.

El motivo de esta alegría es muy profundo: Dios está cerca, Dios viene a nuestra vida a cumplir sus promesas de salvación, Así que con ese gozo desbordante, comencemos esta celebración.

 Moniciones para las lecturas

Primera lectura (Isaías 61, 1-2a. 10-11)

Después del retorno de Babilonia, y cuando las promesas de Dios no parecían cumplirse, un mensaje de gozo y esperanza es dirigido por un enviado al pueblo de Israel. Escuchemos 

Salmo responsorial (Interleccional: Lucas 1, 46-48. 49-50. 53-54)

Esta vez el salmo responsorial no está tomado del AT, sino del evangelio. Es el Magníficat de la Virgen María, que hace eco al anuncio del profeta: "se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador".

Segunda lectura (1 Tesalonicenses 5, 16-24)


En el contexto de la "Alegría" de este domingo, para San Pablo esta alegría es profunda, porque quiere a sus cristianos constantes en la oración y en la acción de gracias, y con una actitud positiva en la vida. Es el mensaje que escucharemos a continuación.

Evangelio (Juan 1, 6-8. 19-28)


 De nuevo aparece Juan, el Precursor, como protagonista del evangelio de hoy, presentándose como el testigo de la luz e invitando a la conversión. Preparémonos para la escucha de esta Palabra.

ORACIÓN DE LOS FIELES

1.    Para que la Iglesia siga llevando la alegría de la salvación a todos los rincones del planeta. Oremos

2.    Para que el mundo y sus gobernantes luchen por el progreso de los pueblos, generando bienestar para todos. Oremos.

3.    Para que los más necesitados, especialmente los que no tienen techo, este domingo se llenen de alegría y encuentren refugio. Oremos.

4.    Para que nosotros compartamos la alegría del evangelio con aquellos que en el mundo viven sin esperanza. Oremos.



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