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martes, 20 de febrero de 2018


II DOMINGO DE CUARESMA (CICLO B)
 

MONICION DE ENTRADA:

En este segundo domingo de Cuaresma la Iglesia pone ante nosotros cada año la figura de Jesucristo transfigurado.

Igual que quienes emprendemos una marcha, al contemplar desde lejos la cima que quieren alcanzar, se sienten animados para afrontar las dificultades del camino, así también los discípulos de Jesús:  viendo el rostro glorioso de Cristo, pedimos comprender mejor que la pasión  -el esfuerzo doloroso-  es el camino que conduce a la resurrección.
 

MONICION A LA PRIMERA LECTURA:

Si matar personas ha sido y es aún común por razones civiles y también religiosas, tal uso debe terminar, afirma Génesis.  Dios acepta la obediencia del creyente, pero no la muerte; ¡ni por mano del ofendido ni por razón de la ley!

 
MONICION A LA SEGUNDA LECTURA:

Pablo asegura a los cristianos de Roma que Dios está con ellos.  Los creyentes lo saben al descubrir que Cristo, su Hijo, ha muerto por ellos.  Por ello, esperan vivir su misma resurrección.  ¿Qué o a quién pueden temer?

 
ANTES DE LA ACLAMACIÓN:

La transfiguración de Jesús ante sus discípulos señala que Él es el Mesías.  Serlo no significa triunfar, sino morir por ellos.  Sin embargo, sólo entiende tal relación quien está dispuesto a escuchar a Cristo y aprende a seguir el mismo camino.
 

Oración universal: En Jesús, en su cruz, está nuestra vida y la de la humanidad entera.  Por eso ahora, llenos de fe, oramos confiadamente para que esta vida alcance a todo el mundo.

Responderán diciendo: Kyrie, eleison.

 
-Por la Iglesia: que al anunciar la salvación que nos ha dado Jesucristo, no olvide la realidad que vive nuestro mundo y así contribuya a la liberación de todos los hombres.  Oremos.

-Por todos aquellos que se preparan para recibir en la Pascua que se acerca los sacramentos de la iniciación cristiana: que su camino catequético les haga descubrir la alegría de la fe.  Oremos.

-Por los más pobres de nuestro mundo, por los que más sufren: que vean aliviado su dolor con nuestra solidaridad y encuentren, un día, la gloria de Jesucristo que les ama.  Oremos.

-Por todos nosotros, que hemos venido a celebrar la muerte y resurrección del Señor: que esta Eucaristía ayude a nuestra conversión para seguir más de verdad a Jesús.  Oremos.

-Para que el Señor derrame el espíritu de oración y de generosidad en los hogares cristianos, a fin de que surjan abundantes vocaciones sacerdotales para el servicio de la Iglesia y para la predicación del Evangelio.  Oremos.

 
Escucha, Señor, nuestra oración, y ten piedad de nosotros.  Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

 

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