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martes, 27 de febrero de 2018


MONICIONES PARA EL III DOMINGO DE CUARESMA (CICLO B)
 

MONICION DE ENTRADA:

Nos hemos reunido, como todos los domingos, aquí en la Iglesia.  Es nuestra casa, la casa de la comunidad cristiana, la casa de la familia de los hijos de Dios.  Es nuestra casa, la casa de la Iglesia, porque aquí nos reunimos nosotros, con Jesucristo, convocados por Él.  Nos lo dirá Él mismo en el evangelio de hoy: Él es el único templo. Él es quien nos acerca a Dios, Él es la presencia de Dios entre nosotros.

Por eso, hemos venido aquí, a nuestra casa, para estar con Jesús, para escucharlo, para alimentarnos de su vida.

 
MONICION A LA PRIMERA LECTURA:

Dios aprecia del humano el respeto que éste le da a Él o al hombre, su imagen.  Al proponer los mandamientos, Éxodo propone soluciones concretas a los males de la humanidad y sugiere la mejor forma de encontrar a Dios.

 
MONICION A LA SEGUNDA LECTURA:

Para salvar al hombre, Dios no necesita grandeza o razonamientos sutiles; le basta proponer a su hijo Cristo crucificado.  Algunos lo aceptan; otros lo toman como razón suficiente para alejarse o lo consideran ¡una barbaridad!
 

ANTES DE LA ACLAMACION:

El culto no es ocasión para vender, comprar o negociar, sino ambiente para buscar y encontrar a Dios. Por tal motivo, Jesús asegura que su cuerpo (y no el templo) será, desde ahora, el lugar del culto definitivo que lleva a Dios.
 

Oración universal: Juntemos nuestras voces en la oración por todo el mundo y por nuestras necesidades.

Responderán diciendo: Kyrie, eleison. 

-Por la Iglesia, por todos los cristianos: que en este tiempo de Cuaresma crezcamos en fidelidad a la Palabra de Dios y nos dejemos convertir por el Señor, que nos habla al corazón.  Oremos.

-Por cada uno de nosotros: para que nunca antepongamos nada al amor de Dios y de los hermanos.  Oremos.

-Por los que gobiernan las naciones: para que busquen el bien del pueblo y la justicia por encima de todo.  Oremos.

-Por los más pobres, por los que más sufren: para que encuentren en Jesucristo elevado en la cruz la fuerza que los ayude a superar su situación, y en nosotros la solidaridad activa que necesitan.  Oremos.

-Por los gobernantes y los políticos para que se dejen guiar por la fuerza y la sabiduría que viene de Dios. Oremos.

Escucha, Señor, las oraciones de este pueblo que se siente amado por ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

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