MONICIONES PARA EL IV DOMINGO DE CUARESMA
MONICION DE ENTRADA:
Hemos pasado ya la mitad de la Cuaresma. La Pascua está cerca. A lo largo de estas semanas, con buena
voluntad, nos hemos esforzado por renovar nuestra vida, acercándonos más al
Evangelio y uniéndonos más a Jesús. Y lo
seguiremos haciendo, convencidos de que merece la pena llenarnos del amor, de
la luz, de la vida que Él nos ofrece.
MONICION A LA PRIMERA LECTURA:
El exilio de Israel a Babilonia puede verse como castigo o
camino para que el Señor muestre su misericordia. Crónicas lo interpreta así: cuando todo está
perdido, Dios se deja ver aun en la política y diplomacia internacionales.
MONICION A LA SEGUNDA LECTURA:
Pablo hace saber a los cristianos de Efeso que no hay
destino o determinismo en la vida del hombre, sino voluntad de Dios. Nadie debe sentirse bueno por lo que hace o
es, sino agradecido por ser escogido para serlo y hacerlo.
ANTES DE LA ACLAMACION:
Dios ama tanto al mundo que ha enviado a su Hijo para salvarlo. Acepta esto quien cree. Pero cree sólo quien es capaz de vivir e
iluminar a otros con palabras y obras.
Por ello, el cristiano no vive para juzgar sino para iluminar.
Oración universal: Oremos en este
tiempo de conversión y de renovación de nuestra fe y nuestra esperanza.
Responderán diciendo: Kyrie,
eleison.
-Por el Papa y los obispos, por los sacerdotes y los
diáconos, por los que trabajan en los consejos pastorales, por los catequistas,
por los responsables de movimientos evangelizadores, por todos los que realizan
alguna tarea en la Iglesia. Oremos.
-Por los hombres y mujeres que trabajan en la política, en
los sindicatos, en obras sociales, en tareas de promoción humana. Oremos.
-Por los hombres y mujeres que en todo el mundo se preparan
para recibir el bautismo en la Vigilia Pascual.
Oremos.
-Por los jóvenes que se preparan para ejercer el ministerio
sacerdotal, por todos los que se sienten especialmente llamados al servicio en
la Iglesia. Oremos.
-Por nosotros, que durante esta Cuaresma queremos renovar
nuestra fe y nuestra vida cristiana.
Oremos.
-Por las almas de aquellos que han muerto a causa de las
guerras, acógelas Señor en tu Reino de Paz y Justicia. Oremos
Escúchanos, Señor Jesús, y ten piedad
de nosotros y del mundo entero. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.
EXHORTACIÓN DE DESPEDIDA
Salgamos de la Iglesia con la gran esperanza de que la
Redención está a punto de cumplirse. El Señor Jesús se ofrece para que nos
salvemos. Y junto a la dificultad de la Cruz esta la gloria de la Resurrección.
Será la Luz que nos salvará a todos. Es pues motivo de alegría. Nunca la Cuaresma
ha de ser tiempo de tristeza.
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