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martes, 30 de enero de 2018


MONICIONES PARA EL V DOMINGO ORDINARIO (CICLO B)
MONICION DE ENTRADA:
Jesús, en los comienzos de su predicación, crea a su alrededor un clima de alegría, de esperanza, de entusiasmo.  En aquel país deprimido, entre aquella gente marcada por el descontento y por la tristeza, enciende una luz nueva: curando enfermos, anunciando el Reino de Dios, transmite nuevo impulso y nuevas ansias de vida.
Que nuestro encuentro dominical sea también hoy un encuentro con ese Jesús que nos llama a seguir adelante a pesar de nuestras dificultades y tristezas.
MONICION A LA PRIMERA LECTURA:
¿Qué es la vida?  ¿Merece la pena vivirla?  Probablemente muchas veces nos sentimos agobiados, desconcertados.  Y esa experiencia no es sólo nuestra: es una experiencia común entre los hombres.  Escuchémoslo en las palabras de un hombre del Antiguo Testamento.
MONICION A LA SEGUNDA LECTURA:
¿Cuál es la misión del apóstol?  ¿Cómo se planteaban su misión los primeros seguidores de Jesucristo?  Escuchémoslo en las palabras de san Pablo.
ANTES DEL ALELUYA:
Cristo nos lo presenta san Marcos como el médico que sana las dolencias de todo tipo del género humano. Es por tanto la respuesta de Dios al mal que padece la humanidad.  Cura las enfermedades del cuerpo y del alma, como las que tenemos nosotros también en nuestra generación.
Oración universal: Jesús vino para curar las enfermedades y las tristezas de los hombres.  Sintiéndonos solidarios de los anhelos de nuestro mundo, presentemos al Padre nuestra oración.
Responderán diciendo: Escúchanos, Padre nuestro.
 
1.    -Para que entre nosotros todos los hombres y mujeres crezca el amor y la solidaridad.  Oremos.
2.    -Para que los países ricos dejen su egoísmo y responda a la llamada de los pobres.  Oremos.
3.    -Para que los que entre nosotros sufren la pobreza, la enfermedad y la soledad reciban la ayuda de los hermanos.  Oremos-
4.    -Para que toda la Iglesia se renueve en su seguimiento de Cristo.  Oremos.
5.    Para que las instituciones que en todo el mundo trabajan por vencer el hambre, especialmente en los países más pobres, tengan nuestra ayuda más generosa.  Oremos.
6.    Para que el Señor, con la intercesión de la Santísima Virgen, sane nuestras enfermedades, nos fortalezca en la fe, nos revele toda la verdad y su Sabiduría y así podamos glorificarlo a Él y ayudar a nuestros hermanos.  Oremos.
 
Acoge, Padre, nuestras esperanzas y anhelos.  Que tu Espíritu de amor y fortaleza renueve el corazón de todos los hombres, para que el mundo entero reciba la Buena Noticia que vino a realizar entre nosotros tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, que vive y reina por los siglos.

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