MONICIONES PARA EL III DOMINGO DE ADVIENTO (CICLO B)
MONICIÓN
DE ENTRADA
Sean bienvenidos hermanos a la
celebración de este III Domingo de Adviento, llamado también “domingo de
gaudete”, o de la alegría, por la primera palabra del introito de la Misa:
Gaudete, es decir, regocíjense. Isaías y San Pablo son testigos hoy de ese gozo
en las lecturas que escucharemos.
El motivo de esta alegría es muy
profundo: Dios está cerca, Dios viene a nuestra vida a cumplir sus promesas de
salvación, Así que con ese gozo desbordante, comencemos esta celebración.
Moniciones para las lecturas
Primera
lectura (Isaías 61, 1-2a. 10-11)
Después
del retorno de Babilonia, y cuando las promesas de Dios no parecían cumplirse,
un mensaje de gozo y esperanza es dirigido por un enviado al pueblo de Israel.
Escuchemos
Salmo
responsorial (Interleccional: Lucas 1, 46-48. 49-50. 53-54)
Esta
vez el salmo responsorial no está tomado del AT, sino del evangelio. Es el
Magníficat de la Virgen María, que hace eco al anuncio del profeta: "se
alegra mi espíritu en Dios mi Salvador".
Segunda lectura (1 Tesalonicenses 5,
16-24)
En
el contexto de la "Alegría" de este domingo, para San Pablo esta
alegría es profunda, porque quiere a sus cristianos constantes en la oración y
en la acción de gracias, y con una actitud positiva en la vida. Es el mensaje
que escucharemos a continuación.
Evangelio (Juan 1, 6-8. 19-28)
De
nuevo aparece Juan, el Precursor, como protagonista del evangelio de hoy,
presentándose como el testigo de la luz e invitando a la conversión.
Preparémonos para la escucha de esta Palabra.
ORACIÓN
DE LOS FIELES
1. Para
que la Iglesia siga llevando la alegría de la salvación a todos los rincones
del planeta. Oremos
2. Para
que el mundo y sus gobernantes luchen por el progreso de los pueblos, generando
bienestar para todos. Oremos.
3. Para
que los más necesitados, especialmente los que no tienen techo, este domingo se
llenen de alegría y encuentren refugio. Oremos.
4. Para
que nosotros compartamos la alegría del evangelio con aquellos que en el mundo
viven sin esperanza. Oremos.
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