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martes, 13 de marzo de 2018


MONICIONES PARA EL V DOMINGO DE CUARESMA (CICLO B)

 
MONICION DE ENTRADA:

Estamos ya muy cerca de los días de la muerte y la resurrección del Señor.

Hoy nuestro encuentro dominical nos invita especialmente a poner nuestros ojos en Jesús, que por amor acepta hundirse en la oscuridad de la muerte, y que así nos da la vida, transforma nuestros corazones, nos hace capaces de seguirlo.

Que esta celebración sea un acto de fe en el camino de Jesús.  Y que sea también un compromiso de cambiar nuestra forma de pensar y de vivir, para pensar y vivir como Jesús.

MONICION A LA PRIMERA LECTURA:

El profeta Jeremías anuncia el amor de Dios en toda su plenitud: establecerá nueva alianza con los hombres, la escribirá en sus corazones y les otorgará su perdón.  Aún más, los hará su pueblo y será su Dios por siempre.

MONICION A LA SEGUNDA LECTURA:

El autor de la carta a los hebreos sintetiza la vida de Cristo en su pasión: aprendió a obedecer, es decir, a aceptar la voluntad de Dios en su persona.  Sólo de ese modo, se convirtió en el modelo y salvador de sus hermanos.

ANTES DE LA ACLAMACION:

Con ocasión de la visita de unos griegos a Jesús, Juan anota el mensaje de Cristo al respecto: verlo no es suficiente.  Para conocerlo, hace falta descubrir la voluntad de Dios y aprender a morir para vivir como la semilla de trigo.

Oración universal: Presentemos a Jesús nuestra oración.  Él es nuestra resurrección y nuestra vida.

Responderán diciendo: Kyrie, eleison.

-Para que el dolor, el mal y la dureza de corazón sean vencidos por la fuerza del amor.  Oremos.

-Para que los que viven en la desesperanza encuentren luz en Jesucristo y manos dispuestas a ayudarlos.  Oremos.

-Para que cada vez haya en la Iglesia más jóvenes dispuestos a seguir a Jesucristo en el sacerdocio.  Oremos.

-Para que seamos capaces de transformar nuestro modo de pensar y de vivir, para pensar y vivir como Jesús.  Oremos.

-Para que Cristo que vino a traer la paz, destruya todos esos muros que separan esposos, padres, hijos, hermanos... para que llegue al mundo la amistad y el amor que todos deseamos.

Escúchanos, Señor, Jesús, y transforma nuestro corazón para hacerlo semejante al tuyo.  Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.

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