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martes, 2 de enero de 2018


MONICIONES EL BAUTISMO DEL SEÑOR

MONICION DE ENTRADA:

Con la celebración del Bautismo del Señor llegamos al término de los días de la Epifanía y de todo el tiempo de Navidad.  Jesús acude al Jordán con el peso de unos pecados que Él no ha cometido, pero que ha querido cargar sobre sus hombros: los de todos nosotros.  Cuando sale del agua, el Espíritu baja sobre El y el Padre lo proclama su Hijo amado.

Por el Bautismo todos nosotros hemos sido hechos hijos de Dios.  El se complace en nosotros.  Queremos corresponderle con amor y agradecimiento.  Por ello hoy nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía.

MONICION A LA PRIMERA LECTURA:

Isaías afirma que Dios quiere establecer una alianza con su pueblo.  Ésa no será una repetición de la antigua sino un compromiso nuevo y definitivo entre los creyentes y su Dios: ellos lo buscarán y abandonarán el mal; El les dará su perdón.

MONICION A LA SEGUNDA LECTURA:

Amar a Dios no significa olvidar la tierra.  Es: obedecer sus mandamientos; ocuparse de los hijos de Dios; y creer al triple testimonio de su Hijo: recibiendo su Espíritu, contemplándolo en su cruz y participando de su bautismo.

ANTES DEL ALELUYA:

El bautismo de Cristo en el río Jordán es modelo del cristiano: el Espíritu de Dios lo consagró; el Padre le mostró su complacencia; y Jesús asumió su papel de enviado.  Al cristiano toca seguir el mismo camino y responder del mismo modo.

Oración Universal: Por mediación de Jesucristo, el Hijo amado, dirijamos al Padre del cielo nuestras súplicas por toda la humanidad.

Responderán diciendo: Escúchanos, Padre.

 

-Por la Iglesia, para que fiel al mandato de su Señor, anuncie a todos los hombres el Evangelio de Cristo y los engendre a la vida nueva, vida por medio del Bautismo.  Oremos.

-Por todos los hombres, para que la paz y la justicia se afiancen sólidamente en todos los países del mundo.  Oremos.

-Por los necesitados y por quienes los asisten, para que su relación mutua los lleve a un enriquecimiento y maduración personal.  Oremos.

-Por nuestros hermanos difuntos, para que, habiendo muerto con Cristo al pecado por el Bautismo, resuciten con Él a la vida nueva.  Oremos.

-Por quienes participamos en esta Eucaristía, para que hagamos nuestras las actitudes de Jesús, como son: hacer el bien a todos, respetar a los débiles y a los humildes.  Oremos.

-Por todos los que después de bautizados han perdido la luz de la fe, para que encuentren en el fondo de su alma aquella semilla de Espíritu y se dejen guiar por ella.

Dios y Padre nuestro, escucha nuestras súplicas y haz que, quienes oramos por todos los hombres, avancemos siempre como hijos de la luz.  Por Cristo, nuestro Señor.

 

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